jugando a no crecer

"Si Peter Pan viniera a buscarnos, no den la luz, no vaya a descubrir que le hemos traicionado y hemos crecido demasiado."

viernes, 31 de octubre de 2008

mentiras

Regreso tras un par de semanas sin aparecer por aquí por motivos técnicos (qué bien queda eso, jeje. No, en serio, se me estropeó el router y ya sabéis...) Y vuelvo con algo que llevo semanas queriendo compartir. Son dos textos sobre lo mismo, la verdad, o lo que indiscutiblemente va unido a ella, la mentira.
El primero es una de esas reflexiones en off de una serie de televisión, me gustó y no pude evitar conservarla:
"Es posible que no mienta todo el mundo, pero desde luego nadie dice la verdad.
Tenemos miedo a la verdad y es comprensible que sea así, ¿quién quiere escucharla?, ¿quién la necesita? Y ¿cómo sabemos que algo es verdad? o ¿dónde está esa famosa verdad?
Echas de menos a alguien hasta que lo tienes a tu lado, entonces lo echas de más. Esté donde esté, la verdad siempre ha estado lejos de nosotros, en otro sitio.
Desde luego, a nuestro lado, no. Además, ¿quién necesita tener la verdad cerca? ¿para qué? ¿acaso hace algún bien?
¿Quereis oir la verdad? Pues yo os diré una, la única que hay.
Porque sólo hay una verdad absoluta, y es que la verdad no existe, que todo,
todo,
todo en esta vida,
es mentira."

El otro, es un sms que alguien me envió no hace mucho como respuesta a un momento de indignación por mi parte:

"Durante años las tías premian la mentira: 'quiero disfrutar de tu cuerpo' es menos efectivo que 'te quiero' cuando buscas sexo, a la gente le cuesta la verdad"

Me surge un torbellino de ideas ante esto. Pero no fluyen las palabras.

Sobre el texto, poco que decir, quizá no me apetezca pensarlo bien, porque me niego a descubrir ciertas cosas. Siempre dije que prefería no saber, vivir en mi felicidad de ignorar las cosas que me hacen daño. Puede ser absurdo, o cobarde, pero es mi Peter Pan que se niega a dejarme crecer.

El mensaje... fue la respuesta perfecta en aquel momento, algo que ya sabía pero que me niego a que suceda. No dice nada nuevo, pero lo especial del mensaje es que la persona que me lo envió es prácticamente desconocida para mí, pero que en ese instante comprendió mis cuatro palabras a la prefección y me entendió como nadie. Pero creo que nada de lo que diga podría poneros en situación sin contar cosas personales ("no hablo de mi vida privada" jajaja) sólo un pequeño diálogo que resume un poco mi forma de ver las cosas:

- ¿Por qué me miente? ¡No tiene que prometerme la luna! ¿Se cree que soy tonta? Como si yo no supiese que no es verdad. Si no era necesario...

- Lo que pasa es que la gente asume el amor sin sexo, pero no el sexo sin amor.

viernes, 17 de octubre de 2008

recuerdos inesperados

Como siempre pasa con las mejores cosas, que suceden sin buscarlas, esta mañana me encontré sin esperarlo con un poema que hacía años que no veía. Es, probablemente, el primer texto que recuerdo, anterior a aquellas poesías tan didácticas -y forzadas- de la escuela, o incluso a la mítica Caperucita Roja. Estaba escrito en una especie de papiro (que no sé por qué extraña razón tenía de fondo la cara del Che impresa en color rojo) colgado en mi habitación de la vieja casa, que era de los abuelos.
Todas las noches, antes de dormir, le pedía a mi madre que me leyese lo que ponía allí. Yo apenas hablaba así que mucho menos podría leerlo. Creo que el motivo por el que aprendí a leer a los 3 años, gracias a mi abuela, fue precisamente para poder hacerlo yo misma. Cada noche escuchaba atentamente la voz de mi madre y no hubo ni una sola vez que oyese aquella poesía y no llorase.
Ahora ya no existe esa habitación, ni siquiera la casa, y quién sabe donde iría a parar aquel cuadro. Pero hoy, en esta otra casa, en mi nueva habitación, aproximadamente en las mismas coordenadas que hace unos 25 años, me he vuelto a emocionar. He recordado a mi madre sentada en mi cama, mirando al papiro, leyendo con sentimiento aquellas palabras. Y me he visto a mí misma, inquieta, menuda, enredada en la sábana para que nadie pudiese ver mi emoción. No sé qué es lo que me produce ese sentimiento, pero no puedo evitarlo.
Sin papiro y sin la dulce voz de mi madre, pero quería compartirla con vosotros.
El día que no me ames
pasará cualquier cosa.
Se apagarán los vientos,
se morirán las rosas,
El cielo estará oscuro,
se partirán las rocas.
Caerán las estrellas
como brújulas locas.
Se secarán los ríos,
callarán las alondras.
Se quedará la tierra
sin música y sin novias.
El día que no me ames
moriré con tu nombre apretado en mi boca.
Sergio Villa Rey