jugando a no crecer

"Si Peter Pan viniera a buscarnos, no den la luz, no vaya a descubrir que le hemos traicionado y hemos crecido demasiado."

viernes, 17 de octubre de 2008

recuerdos inesperados

Como siempre pasa con las mejores cosas, que suceden sin buscarlas, esta mañana me encontré sin esperarlo con un poema que hacía años que no veía. Es, probablemente, el primer texto que recuerdo, anterior a aquellas poesías tan didácticas -y forzadas- de la escuela, o incluso a la mítica Caperucita Roja. Estaba escrito en una especie de papiro (que no sé por qué extraña razón tenía de fondo la cara del Che impresa en color rojo) colgado en mi habitación de la vieja casa, que era de los abuelos.
Todas las noches, antes de dormir, le pedía a mi madre que me leyese lo que ponía allí. Yo apenas hablaba así que mucho menos podría leerlo. Creo que el motivo por el que aprendí a leer a los 3 años, gracias a mi abuela, fue precisamente para poder hacerlo yo misma. Cada noche escuchaba atentamente la voz de mi madre y no hubo ni una sola vez que oyese aquella poesía y no llorase.
Ahora ya no existe esa habitación, ni siquiera la casa, y quién sabe donde iría a parar aquel cuadro. Pero hoy, en esta otra casa, en mi nueva habitación, aproximadamente en las mismas coordenadas que hace unos 25 años, me he vuelto a emocionar. He recordado a mi madre sentada en mi cama, mirando al papiro, leyendo con sentimiento aquellas palabras. Y me he visto a mí misma, inquieta, menuda, enredada en la sábana para que nadie pudiese ver mi emoción. No sé qué es lo que me produce ese sentimiento, pero no puedo evitarlo.
Sin papiro y sin la dulce voz de mi madre, pero quería compartirla con vosotros.
El día que no me ames
pasará cualquier cosa.
Se apagarán los vientos,
se morirán las rosas,
El cielo estará oscuro,
se partirán las rocas.
Caerán las estrellas
como brújulas locas.
Se secarán los ríos,
callarán las alondras.
Se quedará la tierra
sin música y sin novias.
El día que no me ames
moriré con tu nombre apretado en mi boca.
Sergio Villa Rey

8 comentarios:

BERTA dijo...

PRECIOSO...
Qué subconsciente tenemos que, con tan sólo 3 años, nos emociona el oir hablar del amor???
Entre tema y tema, saludos
Besos y ánimo

La queue bleue dijo...

Que bonito :)

Ixmucane dijo...

Impresionante... porque lo que nos marca en nuestra vida son esas pocas cosas que nos hacian felices de niños. Ojala nunca Peter Pan nos ubiera debuelto del pais de nunca jamas

Sun Iou Miou dijo...

E a min xa só me faltaba vir aquí a ler isto. (*_*)

Bicos

Anónimo dijo...

Hola, simplemente decirte que a mi me sucedió algo...Este més de diciembre, viajé a R. Dominicana y fui a visitar a una señora muy especial en cuya casa había un cuadro como un papiro con esta poesía y en el fondo, en color rojo, la cara del che guevara. Me llegó tan al corazón que se me saltaron las lágrimas y le hice una foto. Al poner la poesía en google, me ha aparecido tu blog y me gustaría compartir contigo esa foto, para vuelvas a ver con tus ojos ese cuadro. Por favor, ponte en contacto conmigo. seth_m8@hotmail.com Las cosas suceden por algo

Anónimo dijo...

solo recordaba el final- Morire con tu nombre apretado en la boca- es hermoso- se lo regale a mi novio cuando tenia 16 años- nunca lo olvidare-

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Buscaba este poema, recordaba cada una de sus palabras. Mi primer amor, el gran amor de mi vida, me lo regaló cuando yo tenía sólo 15 años, él 17. Jamás lo olvidé, ni al poema ni a él, y ya han pasado 38 años. Qué emoción volver a leerlo después de tantos años. La vida nos separó pero el sentimiento no muere nunca. Gracias!!